La mañana de este jueves (6) el presidente de la República Rafael Correa, en diálogo por la unidad y equidad social con las los gremios transportistas del país, reivindicó que el actual proceso de transformación democrática seguirá adelante para el buen vivir de las grandes mayorías.

Correa participó en el encuentro multitudinario organizado por el sector transportista, quienes desde las 24 provincias del país se hicieron presentes en el coliseo General Rumiñahui para respaldar la gestión del Gobierno Nacional, el proceso de Revolución Ciudadana y el proyecto político.

El sector transportista testimonió la apertura recibida durante los ocho años del Gobierno Nacional con la implementación y ejecución de acciones desde la rectoría del Ministerio de Transporte y Obras Públicas y de la Agencia Nacional de Tránsito para beneficio de los miles de choferes profesionales del país.

“Se ha hecho mucho en transporte y no ha sido caridad, no han sido dádivas. Ha sido justicia con un sector tan importante: más de 200.000 choferes profesionales registrados, más del 4% del PIB”, dijo Correa, alentando al pueblo a seguir trabajando como una respuesta firme y sin violencia ante las voces disidentes. ”Ya es hora de responder desde la ciudadanía, desde la clase del volante, nuestro sencillo y llano pueblo que le gusta trabajar, construir con infinito amor la patria nueva que en su inmensa mayoría apoya la Revolución Ciudadana”.

En este escenario masivo con la clase del volante, el primer mandatario desarticuló cada una de las falacias dichas por la oposición, como la falta de diálogo con los diferentes sectores, la supuesta afectación de la media y pobre con la Ley de Herencias y Ley de Plusvalía.

La advertencia del presidente Correa a la oposición una vez más fue clara. “Que ese 13 de agosto ningún malcriado, ningún irresponsable nos venga a cerrar las vías que tanto trabajo nos ha costado construir, las hermosas carreteras que nos ha convertido en uno de los países con mejor red vial de Latinoamérica. Somos más y ya no estamos dispuestos a tolerar que una minoría engreída que se había acostumbrado a botar gobiernos, quiera imponernos su agenda, quiera quitarnos el derecho a trabajar, a la libre movilidad, y quiera destruir lo que hemos forjado con tanto esfuerzo”.

Además, Correa enfatizó que el gobierno no tiene nada de qué arrepentirse. “Lo hemos hecho mucho bien. Hemos actuado en coherencia en función del mandato que nos dio el pueblo en las urnas. El pretexto para tanta violencia, tanta alteración de la paz democrática del país, fueron dos leyes necesarias para un país que clama por justicia, una sociedad que produce y reproduce desigualdades”.

Aunque reconoció las trampas creadas por la oposición por desestabilizar la democracia, el presidente de los ecuatorianos las desestimó diciendo: “Ellos no tienen legitimidad, no tienen apoyo; nosotros, sí”.

Finalmente dijo que su gobierno continuará con la transformación histórica. “Estas crisis también son oportunidades; oportunidades para relucir, sacar a flote nuestra fuerza incontenible, esta fuerza del pueblo anónimo, del sencillo conductor de bus y camioneta, de sus familias. Qué creen, ¿que por callados no existen? No jueguen con nuestro pueblo”, advirtió el presidente.

Lcda. Mariella Franco | Dirección de Comunicación Social
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